Desde el 22 de abril sabemos que la jefatura de gobierno del Distrito Federal tiene considerado un proyecto de vialidad. El anuncio de dicho proyecto apareció en varios diarios de circulación nacional, como es el caso de La Jornada del viernes 25 de abril en la página 12. Con el encabezado: Nuevas supervías bajo tierra se anuncia: “En la ciudad de México, igual que en Madrid, París o Boston, construiremos un túnel supervía (todo esto en letras destacadas) desde Santa Fe hasta el circuito interior y una supervía más (también destacado) de Avenida de los Poetas hacia San Jerónimo.” Ahí aparece el trazo; se trata de un túnel que arranca de la mencionada avenida, pasa por avenida Centenario, por Calzada de las Águilas, por Calzada Desierto de los Leones y se detiene al inicio de Luis Cabrera, esto es, en El Tanque. Suponemos que el tránsito vehicular se descargaría después en Luis Cabrera para desembocar en el Periférico. El desplegado aparece con el logotipo Ciudad de México Capital en Movimiento, Secretaría de Obras y Servicios.
Por más que se niegue, esto es sin duda un anuncio oficial.
Se trata de una nueva versión de la carretera que se planeó en 1991 y que iba de Contadero pasando por los pueblos de San Mateo Tlaltenango y San Bartolo Ameyalco para ir después por Lomas de la Hera y el Cerro del Judío, desembocando después en Luis Cabrera; desde entonces ya se consideraba que parte de esta vialidad fuera túnel.
Se trata de una nueva versión de la carretera que se planeó en 1991 y que iba de Contadero pasando por los pueblos de San Mateo Tlaltenango y San Bartolo Ameyalco para ir después por Lomas de la Hera y el Cerro del Judío, desembocando después en Luis Cabrera; desde entonces ya se consideraba que parte de esta vialidad fuera túnel.
Esto significa que aunque no se precise el trazo exacto, ha habido la intención por años de cruzar por La Magdalena Contreras desde el Cerro del Judío hasta el Periférico pasando por Luis Cabrera para descargar el tránsito de la carretera a Toluca y de Santa Fe. Esto convierte a Contreras en una delegación de paso, lo que traería consecuencias negativas para la Ciudad, puesto que La Magdalena presta importantes servicios ambientales, y también para quienes aquí vivimos. Así lo demuestra el estudio de impacto ambiental que a petición de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes se realizó en 1991 y del que me permito leer las conclusiones en lo que se refiere a La Magdalena Contreras; consecuencias similares se planteaban ahí para Cuajimalpa y Álvaro Obregón:
• Posible incremento en los asentamientos irregulares
• Cambios de propiedad vía indemnización por afectación de terrenos que desplazarán núcleos de población de su lugar de trabajo, residencia y entorno social
• Intensificación de comercios, restaurantes, loncherías, etcétera
• Aislamiento de localidades provocándose el efecto “barrera” que conducirá al aislamiento y falta de cohesión entre comunidades aledañas, en este caso se verán afectadas comunidades de todos los estratos sociales, sin embargo se considera un fuerte impacto en los niveles más altos, asociados a diversas repercusiones a su modo de vida: expropiación, desintegración comunitaria, invasión de hábitat y costumbres, cambio de actitudes y prácticas cotidianas, sentido de amenaza a la individualidad y a la salud, etcétera.
• En el caso de grupos de menores ingresos, la repercusión directa e inmediata es la amenaza de pérdida de su vivienda i disminución de su ingreso por incremento en los costos de transportación a su lugar de trabajo.
• El suelo de las áreas inmediatas a la vialidad tenderá a incrementar su valor con el consiguiente aumento al impuesto predial.
• Durante la construcción de esta vía se provocará congestionamiento de vialidades internas en el sector del Cerro del Judío.
• En la etapa de operación se tendrán dos nodos conflictivos, uno en el cruce de Luis Cabrera y Av. Contreras, y el otro de Luis Cabrera y Periférico, lo que ocasionará el congestionamiento de vehículos y agudizará la saturación del periférico en este punto.
• En los poblados rurales y áreas urbanas en torno a la vialidad pueden existir problemas de seguridad para el cruce de peatones.
• Durante la etapa de construcción se generarán emisiones significativas de ruido, gases, partículas suspendidas e hidrocarburos, deteriorando aún más la calidad del aire y los niveles actuales de confort en las poblaciones aledañas. Asimismo, durante la operación de la carretera, a causa de la circulación de vehículos automotores con motor a diesel y a gasolina, las áreas urbanas y rurales se afectarán adicionalmente por la emisión de ruido, de gases, humos y polvo.
Dadas estas circunstancias, hoy como en 1991 los vecinos de esta delegación nos oponemos a dicho proyecto de manera tajante.
• Intensificación de comercios, restaurantes, loncherías, etcétera
• Aislamiento de localidades provocándose el efecto “barrera” que conducirá al aislamiento y falta de cohesión entre comunidades aledañas, en este caso se verán afectadas comunidades de todos los estratos sociales, sin embargo se considera un fuerte impacto en los niveles más altos, asociados a diversas repercusiones a su modo de vida: expropiación, desintegración comunitaria, invasión de hábitat y costumbres, cambio de actitudes y prácticas cotidianas, sentido de amenaza a la individualidad y a la salud, etcétera.
• En el caso de grupos de menores ingresos, la repercusión directa e inmediata es la amenaza de pérdida de su vivienda i disminución de su ingreso por incremento en los costos de transportación a su lugar de trabajo.
• El suelo de las áreas inmediatas a la vialidad tenderá a incrementar su valor con el consiguiente aumento al impuesto predial.
• Durante la construcción de esta vía se provocará congestionamiento de vialidades internas en el sector del Cerro del Judío.
• En la etapa de operación se tendrán dos nodos conflictivos, uno en el cruce de Luis Cabrera y Av. Contreras, y el otro de Luis Cabrera y Periférico, lo que ocasionará el congestionamiento de vehículos y agudizará la saturación del periférico en este punto.
• En los poblados rurales y áreas urbanas en torno a la vialidad pueden existir problemas de seguridad para el cruce de peatones.
• Durante la etapa de construcción se generarán emisiones significativas de ruido, gases, partículas suspendidas e hidrocarburos, deteriorando aún más la calidad del aire y los niveles actuales de confort en las poblaciones aledañas. Asimismo, durante la operación de la carretera, a causa de la circulación de vehículos automotores con motor a diesel y a gasolina, las áreas urbanas y rurales se afectarán adicionalmente por la emisión de ruido, de gases, humos y polvo.
Dadas estas circunstancias, hoy como en 1991 los vecinos de esta delegación nos oponemos a dicho proyecto de manera tajante.
Se dice que no estamos con la modernidad y que queremos vivir en el nostálgico pasado. La realidad es que estamos pensando en el futuro con mayor visión que quienes plantean este proyecto. A largo plazo el automóvil tendrá que ser necesariamente remplazado por otos medios de transporte; el gasto en general tendrá que disminuir si queremos seguir vivos y se tenderá a la vida comunitaria, a la concentración de los servicios en unidades más pequeñas. El agua, elemento fundamental tiene que cuidarse desde ahora.
Es por ello que si bien nos negamos a este proyecto de vía, en cambio estamos esbozando entre algunos vecinos una propuesta que haríamos llegar al jefe de gobierno: hacer de La Magdalena Contreras una delegación piloto, modelo en la ciudad.
Es una delegación con baja densidad de población, con una gran parte de áreas verdes que son un pulmón de oxígeno para el Distrito Federal y con el único río vivo que queda en la ciudad.
Aquí se encuentran además varios pueblos originarios con gran tradición histórica, los índices de delincuencia son bajos y hay un fuerte arraigo, sentido de pertenencia y unión entre vecinos como se demostró en 1991 y 1992.
Así como nos oponemos a la supervía, en cambio estamos dispuestos a realizar un trabajo conjunto para mejorar la calidad de vida en esta delegación y prestarle de manera más eficiente los servicios ambientales ya de suyo invaluables, que le damos a la ciudad.
No nos negamos a la autopista poniente, que es como se anuncia en el desplegado del 25 de abril, por necedad, sino por razones de peso, por consideraciones ambientales, sociales y humanas. Defendemos nuestro patrimonio y el de nuestros hijos, pero también estamos defendiendo al Distrito Federal.
No pondremos al servicio del automóvil recursos que hacen falta para cubrir muchas otras necesidades que tiene esta y el resto de las delegaciones. Tampoco estamos dispuestos a transformar nuestra forma de vida y la de nuestros hijos y nietos por un trasporte que apenas beneficia a tres de los doce millones de personas que vivimos en esta ciudad.
Pensamos en el futuro con responsabilidad. Queremos una vida digna. Caminito de Contreras, no queremos carreteras. Estamos en pie de lucha.
Además, de acuerdo a las autoridades se multiplicarían hasta 30,000 los autos que bajarían por Luis Cabrera.
Además, de acuerdo a las autoridades se multiplicarían hasta 30,000 los autos que bajarían por Luis Cabrera.